Un recorrido primaveral de fantasía por el «Colorado» Turolense
INTRODUCCIÓN
Corta pero excepcional excursión por una zona sorprendentemente poco conocida de la provincia de Teruel.
Desde las cercanías de Villaspesa, uno de los 10 barrios rurales de Teruel; comenzaremos junto a la N-330 que se dirige a Cuenca (ver acercamiento al punto de inicio).
El recorrido se basa en dos partes bien diferenciadas que nos sorprenderá por su belleza casi de fantasía.
La primera parte transcurre por dentro de la amplia rambla de Barrachina, con espectaculares vistas de los montes colindantes, de los que especialmente nos cautivarán las formaciones de las Muelas.
La segunda mitad y después de tocar cima en el geodésico de la Muela de Teruel (1052mts), nuestro recorrido transcurre en buena parte por la zona alta de las Muelas, junto al perfil acantilado, y nuevamente con alucinantes panorámicas.
El descenso lo haremos con el éxtasis visual del estrecho barranco de Valdeciervos, abriéndose en una amable y fértil vega hacia el río Turia.
Podríamos catalogarla de ruta estacional, siendo sin duda a nuestro criterio personal, la primavera el momento ideal para visitar este increíble lugar.
El itinerario, no señalizado utiliza alguna pista, camino, senda definida por el ganado y una buena parte sin ningún tipo de camino, aunque sin complicaciones especiales en condiciones normales.
Importante evitar los días de calor y las lluvias torrenciales.
Al margen de estas anteriores recomendaciones que nos parecen importantes para nuestra seguridad, no esta demás tener en cuenta que el terreno que pisaremos al transcurrir por las ramblas es arcilloso, con el consabido problema de incomodidad cuando caminamos en mojado.
No hay fuentes en el camino.
- Importante leer este articulo sobre como hidratarse correctamente y mucho más.
- El itinerario:
N-330 – Rambla Barrachina – Vistas hacia rambla de la Guea – Muela de Teruel – Valdeciervos – Rambla Barrachina – N-330
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Desde las inmediaciones de Villaspesa, uno de los barrios satélites de Teruel, comenzamos esta fantástica excursión. Lo hacemos junto a la carretera N-330 y una gran masía a la que rodeamos por un camino que nos conduce directamente hasta la rambla Barrachina que cruzaremos para enlazar con otro camino que pasa por debajo del puente que cruza la carretera.
El primer sector de la ruta, se basa sencillamente en caminar por el lecho de la rambla, el espectáculo esta servido.
Como ya se ha comentado, la primavera en días que no haga excesivo calor es especialmente recomendable aquí, el contraste de es sencillamente un regalo para nuestros ojos.
Vemos una elevación sobre los cortados y si nos fijamos en su cima divisamos un geodésico; es la Muela de Teruel, a la que ascenderemos más tarde para volver junto al perfil de los cortados.
En 4km, dejamos la rambla para subir hacia la derecha por un camino que nos va a ofrecer más y distintas vistas de este precioso entorno.
En unos 1’3km, nos cruzamos con una pista (Trocha de Campillo).
La idea finalmente es seguirla por la derecha en dirección a la Muela, pero en nuestro caso continuamos de frente por un sendero que en muy poco metros nos va a situar en un lugar fascinante.
Las vistas a una nueva vertiente son sumamente seductoras. El entorno rojo intenso de la rambla de Guea, contrasta con la planicie de cereales. Nos llama mucho la atención una curiosa formación moldeada semejante a un monolito, rematado con un sobresaliente sombrero. Nos recuerda a las Corbeteras en Cuenca.
Después de disfrutar de estas vistas, podemos retroceder directamente a la pista o bordear el perfil dando un pequeño rodeo sin senda pero sin dificultad para caminar, de esa manera obtendremos constantes y diferentes perspectivas hacia este increíble lugar.
Continuamos ahora por la pista que habíamos dejado, en dirección a la Muela de Teruel.
Cuando lleguemos a unas pequeñas casetas, dejaremos esta vía para comenzar a subir junto a una valla sin senda.
La subida no entraña ninguna dificultad y en poco tiempo estaremos tocando el geodésico y nuevamente saboreando estos paisajes, esta vez desde las alturas.
Ahora comenzamos a descender con moderación y sin senda clara pero sin dificultad hacia el perfil de los cortados.
Rebasamos uno de los campo de cereales y descendemos a una pista que la seguimos por la derecha. El paisaje vuelve a cambiar y nuevamente nos deja boquiabiertos; estamos entrando en el valle de Valdeciervos, simplemente espectacular.
Llegamos a un collado y sin terminar de descender a Valdeciervos, nos dejamos caer hacia la derecha por un barranco a veces abancalado entre las Muelas y la Musa hasta salir a una pista que nos conducirá hasta la rambla Barrachina. Nos quedará volver por ella hasta nuestro vehículo.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha de la excursión: 3-6-2017
- Tipo de ruta: Ruta circular con ascensión
- Nivel de dificultad: Moderado-Bajo
- Longitud: 12km
- Desnivel acumulado de subida: 226mts
- Desnivel acumulado de bajada: 226mts
- Tiempo en movimiento: 3h15′
- Tiempo Total: 4h
- POR VUESTRA SEGURIDAD ES MUY IMPORTANTE QUE LEÁIS ESTO
ACERCAMIENTO AL PUNTO DE INICIO
Con Google Maps, podéis ver la ubicación y calcular el acercamiento al punto de inicio de esta ruta de senderismo en Teruel, que encontramos junto a la N-330.
ANÉCDOTAS Y MOMENTOS DEL DÍA
- Texto de: Jose Guillem (Jose Perdido)
Casi sin excepción, los que amamos los espacios abiertos naturales encontramos en cada ruta, por modesta que sea, motivo de gozo. Es el refuerzo continuo que nos lleva a salir una y otra vez. Pero también casi sin excepción, anhelamos secretamente parajes que nos sorprendan, inesperados lugares de insólita belleza. La Rambla de Barrachina es sin duda uno de éstos.
No nos era por completo desconocida, pero hasta hace poco ignoraba su nombre. Al regresar en septiembre de 2014 de una memorable ruta por el Camino del agua y Barranco del Tranco en Villel, desde la carretera vimos una increíble pared de colores cautivadores que parecía haberse materializado procedente de otras latitudes, de otro continente. Aquello quedó registrado convenientemente y guardado en la rebosante carpeta de proyectos ineludibles. Siempre a vueltas con el «ansia», qué se le va a hacer.
Desde los primeros pasos, la rambla te introduce en un mundo encantado que te inunda de júbilo por su incomparable belleza, y también de cierto desasosiego por lo mucho que queda por descubrir en mil rincones. El tiempo fue benévolo, porque no son fechas éstas para deambular por desiertos aragoneses. Para mayor fortuna, la humedad del terreno remarcaba la intensidad cromática de la tierra roja, de los ocres, de los campos de cereal aún sin madurar del todo, de las amapolas… Cuando paramos a almorzar al final de la rambla, antes de ascender al geodésico, creímos estar en aquel cañón próximo al embalse de Aït Adel, en nuestro último día de travesía por los valles de Demnate y Tessaoute.
Desde la Mola de Teruel caminamos en sentido inverso hacia Las Muelas, entre cultivos de cereal, con la rambla a nuestra derecha y un imponente cañón que se abría a nuestra izquierda, de paredes verticales igualmente estratificadas, sin columnas pero provistas de sorprendentes contrafuertes naturales. Demorados por el espectáculo e inmersos en el fragor fotográfico terminó por pillarnos la tormenta de granizo. El cercano rayo que dejó visible una columna de humo hizo que cautamente guardásemos paraguas y palos.
Apedreados sin compasión y calados hasta la ropa interior llegamos al coche exultantes de emoción. Ruta inolvidable que abre varias posibilidades en la zona. Regresaremos en otoño.
Fotos
La jornada resumida