Adentrate en el grandioso bosque de cedros…….. y en los valles comparte inolvidables momentos con los nómadas bereberes de la zona gracias a su inacabable hospitalidad. 

Cedro del Medio Atlas

Gran cedro solitario

INTRODUCCIÓN

  • Sobre el terreno

La región donde se desarrolla nuestra jornada de trekking pertenece a la provincia de Khenifra (Jenifra) y a su vez a la región de Meknes-Timhadite (Marruecos). Combinaremos dos ambientes bien diferenciados. Uno que se define eminentemente árido y semidesértico pero que delata gran atractivo paisajístico. En estas áreas incluiremos también los valles, zonas de pasto donde se asientan los diminutos y aislados poblados bereberes. El otro sector es el que corresponde a una de las porciones de bosque de cedros que en estas montañas pueblan grandes extensiones de ellas y que indudablemente se perfila como uno de los grandes atractivos que el visitante valorará positivamente.

La elevación de nuestra ruta dentro de esta área queda comprendida entre algo más de 2000mts y unos pocos metros también por encima de los 2200mts de altitud.

A pesar de ser una zona remota y bastante desconocida, no tendremos ninguna dificultad para el acercamiento en coche a través de la N13, la cual nos deja en el punto de inicio de la ruta.

  •  Sobre la ruta

Continuamos hablando de trekking y no de senderismo. Aunque en ocasiones transitamos por caminos más o menos bien definidos, en otras lo hacemos monte a través, aprovechando la facilidad que nos da esta orografía a la hora de transitar por ella.

Este es un recorrido circular con moderada longitud y desnivel acumulado en el que no tendremos ningún tramo o paso complicado.

Las fuentes como tales no existen en esta ruta. En líneas generales es una zona de nacimientos de agua que aportan su caudal a las zonas inundables y pantanosas situadas en los valles y  mesetas. Por su estacionalidad y variabilidad entre los años, no tendremos en cuenta este dato y llevaremos suficiente agua para todo el recorrido desde el inicio del recorrido.

Tendremos en cuenta la estación del año adecuada para realizar cualquier ruta en estas montañas. Por deducción evitaremos las estaciones más rigurosas en cuanto a frío y calor, quizás el invierno más austero, cuando las previsiones de nieve se acrecientan (diciembre-febrero/marzo) y también su extremo opuesto, cuando hace más calor (mayo/junio-agosto).

Por el tipo de terreno, se antoja que el recorrido por nieve con espesor moderado y con material adecuado puede ser bastante  asequible, además de un verdadero placer.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Puesto que el trazado de la ruta no sigue ningún itinerario marcado y la mayoría de las veces prescinde de los caminos, transcurriendo monte a través, lo más aconsejable es utilizar un instrumento de orientación como el gps, para ello os ofrecemos un track en cada ruta.

Aclarado esto, solo me centraré en describir lo que veremos en el transcurso del recorrido aunque si apuntaré algunas notas aclaratorias que puedan ayudarnos a complementar el seguimiento.

Comenzamos en la carretera N-13, donde previamente hemos dejado los coches junto a unas casas (ver acercamiento al punto de inicio). En esta ocasión iniciamos la ruta a unos 10km del albergue Atlas Lake Inn que esta situado a orillas del lago Aguelmane Sidi Ali.

Ascendemos por la ladera escasamente poblada de vegetación, en la que proliferan con fuerza el rastrero y punzante  «cojín de monja» (Erinacea anthyllis) para descender después hasta un collado en el que encontramos una derruida construcción.

montañas de Marruecos

Bajamos ahora al collado

Bajamos al valle para recorrerlo hacia la izquierda hasta llegar a una zona inundable, formando una pequeña laguna.

charca en Marruecos

En el valle pasamos por una charca

Laguna en el Medio Atlas

A continuación llegamos a una laguna

caballos y laguna en el Medio Atlas

Encantador paraje con algunos caballos junto a la laguna

Antes de llegar a ella ascendemos por la derecha para alcanzar un pequeño collado. Comienza a aparecer los primeros cedros, estamos en el límite del bosque y poco a poco nos adentramos en él.

Bosque de cedros

Después de recorrer el valle, subimos en busca del bosque

Cedros gigantes

Llegamos al límite del bosque y los cedros gigantes aparecen en buen número.

Transcurrimos por algún camino bien definido pero en otras ocasiones lo hacemos fuera de toda vía. Descendemos a una vaguada que continuamos hacia la izquierda para ascender después y disponer de buenas vistas.

Bosque de cedros

Alternando claros y bosque de cedros

caballos

En los pequeños valles, encontramos algunos caballos

Llegamos a la cabecera de un profundo barranco, al que descenderemos por un camino bien definido que concluye en una pequeña laguna estacional (Aguelman Azouggur) encajonada en el mismo curso del barranco.

hacia una laguna

Descendemos hacia lo que se supone es una pequeña laguna temporal

La salvamos ascendiendo por la derecha y posteriormente nos desviamos hacia la derecha para enlazar con un camino que más adelante conecta con una pista forestal.

Medio Atlas

Lo que se supone es una laguna en condiciones propicias

Medio Atlas

Salimos de la laguna por la derecha.

Esta pista nos lleva a descender a un amplio valle donde se asientan algunas familias bereberes.

valle del Medio Atlas

Descendemos a un amplio valle

Valle del Medio Atlas

En este valle, tuvimos el gran placer de compartir inolvidables momentos con los bereberes.

Con su increíble hospitalidad disfrutaremos de buenos momentos para el recuerdo. Cada casa tiene un telar, uno de los pocos recursos para ingresar dinero a la unidad familiar

Bereberes

Primer poblado de bereberes visitado

Telar de bereberes

Nos invitaron al interior de sus viviendas, y mostraron con trabajaban los telares.

Telar bereber

Telar en el interior de una de las viviendas bereber

Bereberes

No podía faltar una foto de la despedida

bereberes del Medio Atlas

Para nosotros fueron momentos inolvidable. Para ellos, la hasta ahora absoluta ausencia de extranjeros, hizo sin duda un día interesante.

Hospitalidad bereber

La hospitalidad de esta gente, es de elogiar. No faltaban el ofrecimiento del pan recien hecho, el aceite y el te, entre otros .

Continuamos remontando el valle, encontrando a nuestro paso varias casas bereberes a poca distancia.

valle del medio Atlas

Continuamos por el valle hacia otro poblado

charcas en el Medio Atlas

Zonas del valle con pequeñas charcas o lagunas.

Poblado bereber

Del primer poblado, pasamos al segundo, acompañados por un par de mujeres bereberes, que nos volvían a ofrecer su hospitalidad.

Segundo poblado que visitamos

Finalmente ascendemos por la pista hasta el collado que al inicio de la jornada fue nuestro primer objetivo. Desde allí descendemos directamente a la carretera para caminar unos minutos por ella hasta los coches.

valle del Medio Atlas

Terminamos por recorrer el valle y nos dirigimos al collado del inicio de ruta

valle del Medio Atlas

Bajamos al valle donde dejábamos nuestro vehículo estacionado.

DATOS DE LA RUTA

  • Fecha de la excursión: 11-3-2012
  • Tipo de ruta: Circular
  • Nivel de dificultad: Moderada
  • Longitud: 14’2km
  • Desnivel acumulado de subida: 543mts
  • Desnivel acumulado de bajada:543mts
  • Tiempo en movimiento: 4h20′
  • Tiempo Total:5h30′

ACERCAMIENTO AL PUNTO DE INICIO

Podéis ver con Google Maps el acercamiento al punto de inicio junto a la carretera N-13, partiendo desde el albergue «Atlas Lake Inn», situado a orillas del lago Aguelmane Sidi Ali.

Ver acercamiento ruta bosques de cedros y poblados bereberes en un mapa más grande

 

Si lo deseáis podéis descargar el track para gps del acercamiento.

ANÉCDOTAS Y MOMENTOS DEL DÍA

Después de un primer contacto en estas soberbias y olvidadas montañas con la ruta del día anterior alrededor del lago, decidimos hacer otro itinerario que sobre el papel preveía diferente, ya que nos íbamos a adentrar más en los bosques de grandes cedros y además con la posibilidad de encontrarnos con algunos pequeños poblados bereberes, cosa que nos llenaba cuanto menos de curiosidad. Vivir en primera persona estas experiencias es sin duda un aliciente muy importante a la hora de elegir y disfrutar de las bondades que proporciona una tierra y sus gentes, que al fin y al cabo es lo que más se le queda grabado al visitante.

En esta ocasión convencimos a nuestros amigos de la tierra para que nos acompañaran en esta jornada. Uno de ellos fue Lotfi, nuestro chofer particular, gracias a él pudimos hacer rutas que se iniciaban a cierta distancia de nuestro campamento base en el albergue Altlas Lake Inn, llevándonos a los inicios de rutas, normalmente a muy pocos kilómetros del albergue, pero en una ocasión tuvimos que hacer un largo acercamiento por aquellas tortuosas y deterioradas carreterillas.

El otro acompañante era Hamid, padre de familia que regenta el austero albergue donde estuvimos alojados. Con los dos miembros más en el equipo, la jornada pintaba bien y estaba seguro que sería un rotundo éxito, además, jugábamos con un as en la manga, el idioma era un contratiempo para poder contactar y relacionarnos con el pueblo bereber y en ese aspecto lo teníamos más que cubierto con nuestros amigos.

Hamid no tenía ningún problema a la hora de caminar por la montaña, él es un gran conocedor de este terreno y se le veía suelto en ello, pero hayyy con Lotfi…. Una persona que siempre esta sentada frente al volante, esto de patear subiendo y bajando montañas durante todo el día es cuanto menos una tortura. Después de esta aventura, los dolores le recordaban constantemente que no repetiría la experiencia, recuerdo que se tiraba al suelo en cuanto tenía oportunidad pero a pesar de todo se lo pasó en grande.

Como ya adelantaba, ellos dos fueron la clave para poder comunicarnos con los nómadas bereberes que encontrábamos en algunos pequeños asentamientos. Sin ningún problema nos invitaron a entrar en sus casas y degustar un té con algunos productos artesanos que ellos mismos elaboraban, pan, aceite de oliva y mantequilla, todo un lujo que supimos disfrutar y agradecer en un ambiente de admiración y respeto tanto por nuestra parte como por la de ellos.

Nos despedimos después de hacernos fotos en grupo y con la piel todavía erizada por la emoción, nos alejamos de este pequeño poblado.

Llevábamos diez minutos caminando por el valle y se nos unió dos de las mujeres con sus respectivos hijos pequeños que tuvimos el placer de conocer en aquel poblado. Iban turnándose un borrico para poder llegar a otro de los poblados cercanos que se encontraba al final del largo valle.

Con sonrisas nos invitaban a subir al lomo del cuadrúpedo. Anduvimos un buen trecho hasta llegar al otro poblado donde vivían. Al intentar despedirnos, ellas insistieron de nuevo a que visitáramos sus casas…Las suyas, esas todavía no las habíamos visto y tenían el gozo de mostrárnosla y volver a invitarnos a otro té con sus respectivos acompañamientos…Desde luego, después de esta nueva parada, ya no pensaríamos en comer.

Mientras la más joven y risueña de las dos nos mostraba su vivienda en la que como en todas, tenía un telar con alfombra a medio confeccionar, la otra cortaba madera de cedro con un hacha para calentar el té….. ¡¡¡Pero como lo hacía!!!. Con el pequeño a la espalda y sujeto por una especie de pañuelo grande, le daba con garbo al tronco de madera. El pequeño dormido en su espalda daba bandazos al mismo ritmo que la madre asestaba hachazos certeros al trozo de cedro. Finalmente y después del vaivén de golpes, terminó de cortar la suficiente madera y el pequeño seguía dormido ¡¡¡eso si que es felicidad!!!.

En pocos minutos teníamos preparados el té, el pan, la mantequilla, el aceite y unos huevos revueltos que rebañamos hasta que no quedó ni rastro.

Un rato de convivencia con ellos dejó claro que son poco menos que la esencia pura de lo que podríamos llamar animal racional. Me alegro y mucho, de que exista todavía gente tan noble y hospitalaria en este mundo y además que haya tenido la suerte de haberla conocido.

Reportajes realizados por Televiajes Televisión, para el programa Senderistas.

Segundo capítulo