LA SENDA DE CAMILLE, TRAMO: SOMPORT – LIZARA

INTRODUCCIÓN

Esta es la tercera etapa y sentido que realizaremos de la Senda de Camille. El recorrido a grandes rasgos es el siguiente: Puerto de Somport-Ibón de Estanés-Valle de los Sarrios-Plana de la Mistresa-Refugio de Lizara.
Bajo nuestro punto de vista es quizás la etapa más bonita de todo el circuito, además, no es demasiado exigente con lo que nos deja tiempo suficiente para parar en muchas ocasiones y disfrutar de la belleza del entorno y por que no, si apetece, darse un baño en alguno de los ibones por los que pasamos. El recorrido comparte el territorio entre tierras Españolas y Francesas, aunque de la parte francesa vamos a recorrer solo un corto tramo en la cabecera del valle de Aspe que pertenece al Parque Nacional de los Pirineos.

En el recorrido de esta jornada, vamos a disponer, en la vertiente española, de marcas verde-amarillas que van a ayudarnos mucho en su seguimiento, además de las del GR11 que coincidimos con él un buen trecho. También vamos a tener el apoyo de las fitas.
Para la pequeña incursión en tierras francesa, no dispondremos de las marcas verde-amarillas como en España, pero sí de las pintadas blanco-rojas del GR11, además de las habituales fitas.
La mayoría de los que realizan la «senda», lo hacen en sentido inverso al propuesto aquí, es decir en sentido opuesto a las agujas del reloj. En alguna ocasión nos daremos cuenta de que el sentido elegido es posiblemente algo más complicado de seguir que el «oficial», dándole quizás un toque más aventurero, en detrimento a ir más acompañado durante el camino.
En un principio dispondremos de dos puntos donde poder coger agua, una en la primera parte del recorrido, cuando llevemos algo más de 3km. El otro, hacia la mitad, junto al ibón de Estanés, se trata de un afloramiento de agua que mana entre las rocas.

INTRODUCCIÓN Y DATOS TÉCNICOS DE TODA LA TRAVESÍA

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Comenzamos en el albergue Aysa, situado en Somport (Huesca), línea fronteriza con Francia (ver acercamiento al punto de inicio). Saliendo de la puerta principal, cruzamos la carretera y subimos por el pequeño montículo rocoso que vemos frente a nosotros, donde se encuentra la especie de diminuta capilla con la virgen del Pilar, allí y antes de llegar a ella encontraremos la senda.

Pronto encontramos las pintadas verde- amarillas que nos acompañarán durante toda la jornada.
La senda cruza algún pequeño tramo boscoso aislado y nos lleva hacia las pistas de esquí de Candanchú. Sin llegar a ellas las bordeamos por su margen derecho. Pasamos junto a una gran construcción dejándola a nuestra izquierda.

Seguimos en sentido oeste, dejando de ver las pistas de esquí para ir bordeando una pequeña elevación alargada y salpicada escasamente por algunos pinos. Aquí puede que tengamos algunas dudas en el seguimiento, las pintadas verde-amarillas las perdemos pero en definitiva debemos ir dejando como hasta ahora esta elevación a nuestra izquierda, para rebasarla al final de ella, justo antes de comenzar los bosques del valle de Aspe, momento en que giraremos a la izquierda en sentido sur para dirigirnos hacia las pistas de esquí. Habrá algún tramo en que la senda desaparece, pero debemos ir bajando hacia la otra ladera de enfrente, a los pies de las altas montañas. Pronto conectaremos con el GR11, viendo algunas marcas (blanco-rojo), momento en el que giramos a la derecha para continuar sin problemas sobre este sendero señalizado.

A partir de aquí, entramos en territorio Francés, para cruzar la cabecera del valle de Aspe.
Todavía sin entrar en bosque, llegamos a un arroyo donde encontramos el primer punto donde podemos coger agua. Un tubo canaliza el agua desde un punto más alto del valle y la deja caer a modo de fuente en el mismo curso del arroyo.

Dentro de un fantástico entorno, vamos combinando los bosques de hayas con laderas de pedrizas para cruzar las aguas de la «Chorrota de Aspe», una vistosa cascada que baja por el escarpado barranco proveniente del circo de Aspe.

Al cruzar por la cascada, pasamos al otro lado del valle, donde ganamos altura paulatinamente en dirección norte, para entrar de lleno en el bosque de las hayas, un mágico entorno digno del mejor cuento de hadas.

Salimos del bosque y echamos una mirada hacia atrás, las vistas con el pico Aspe son formidables.

Aproximadamente 1km más y el sendero gira a la izquierda en sentido oeste para dirigirse finalmente al ibón de Estanés. Encontramos de nuevo las pintadas verde-amarillas.

Antes de bajar definitivamente al ibón, podemos coger agua en un punto donde brota cristalina y fresca debajo de las rocas.

El sendero deja el ibón a la derecha ganando altura.

Pasamos una zona rocosa para llegar a un pequeño valle de altura a los pies de la Cúpula de Secús de 2421mtrs, del que de desprenden al vacío las aguas del deshielo formando alguna cascada.
Cruzamos un pequeño arroyo de deshielo y giramos a la izquierda, momento en que dejamos el GR11 y nos quedamos con las pintadas verde-amarillas.

Ascendemos de nuevo para rebasar lo que nos parece un pequeño collado y pasar a un estrecho valle por donde discurren las aguas del arroyo que hemos cruzado anteriormente más abajo.

Aquí podemos ver y acercarnos a una cascada.

También obtenemos buenas vistas del pico Midi d’Ossau.

Más cerca

Ahora ascendemos por la derecha más enserio para entrar en el valle de los Sarrios, un lugar especialmente hermoso, donde es más que posible si nos fijamos bien, ver a estos mamíferos que dan nombre al valle, vigilantes en los lugares donde ellos se encuentran seguros.

De frente el imponente circo glaciar de O Ibón

En su parte final, ascendemos hasta el puerto de Vernera para rebasarlo y antes de bajar a otro bellísimo lugar, el de «Paúl de Vernera» encontramos a la izquierda el ibón Viejo, pequeño y escondido.

Bajamos por la llamada «Plana Mestresa», con una impresionante panorámica del escondido valle con la figura gigantesca del Bisaurín, para bajar definitivamente hasta Paúl de Vernera.

Una vez bajo, seguimos bajando junto al curso del arroyo para cruzarlo buscando el mejor lugar según nuestro criterio.

Pasamos junto al refugio abierto, llamado Caseta de Vernera (muy sucio en su interior).

Desde aquí vemos a nuestra izquierda, una magnífica perspectiva del macizo de Vernera.

Seguimos bajando por el Achar de Cutiellas, con altos paredones, formando un profundo barranco.

El paisaje se abre y vemos a lo lejos el refugio de Lizara, encontrando una bifurcación de sendas. Seguimos por la izquierda, por donde vemos las pintadas que estamos siguiendo.

La senda finalmente conecta con una pista que seguimos por la izquierda para llegar en muy poco tiempo al refugio.

DATOS DE LA RUTA

(en azul datos oficiales facilitados por la organización)

  • Fecha de la excursión: 6-7-2010
  • Tipo de ruta: Ruta de etapa lineal ( el circuito completo es circular)
  • Nivel de dificultad: Media
  • Longitud: 17,41km
  • Desnivel acumulado de subida: 984mts
  • Desnivel acumulado de bajada: 1076mts
  • Tiempo en movimiento: 6-7h

ACERCAMIENTO AL PUNTO DE INICIO

El albergue Aysa lo localizamos en Somport, justo en la frontera con Francia, en la estación de esquí alpino de Candanchú y muy cerca de la estación de esquí nórdico de Somport. Para llegar hasta allí, accederemos por la N-330 desde la población de Jaca hasta el puerto de Somport.

ANÉCDOTAS Y MOMENTOS DEL DÍA
Después de un buen desayuno en el albergue Aysa, partimos hacia Lizara prácticamente a ciegas, las nieblas estaban bien cogidas. En un principio teníamos el temor de que perduraran en el camino y no nos dejara ver nada, pero al ascender un poco, todo se disipó y pudimos ver más allá del cogote del compañero.
Tuvimos algunas dudas en la zona de las pistas de esquís, perdimos las marcas y el trazado no estaba claro, pero finalmente y sin mayor problema conectamos con el GR11 que iba a ser durante un buen trecho, el hilo conductor.
La llegada al ibón de Estanés, con el día claro, más bien caluroso y con la especial belleza del entorno……ya os podéis imaginar lo que pasó…..pues sí, eso, que no pudimos resistirnos a darnos un freeeeesco baño. Menudo disfrute cuando la ruta además de bonita, tiene agua para chapotear.
Disfrutamos como niños de toda la ruta, de sus baños refrescantes y reparadores, de su paz y sensación de bien estar, pero la belleza de su entorno nos cautivó, en especial el valle de los Sarrios que nos costó cruzar una barbaridad, no porque sea muy largo, si nó porque no queríamos irnos de allí. Lo que por nuestros ojos entraba, a nuestros pies paralizaba…..había que pararse y contemplarlo desde distintos puntos.
Pasado finalmente este precioso valle, llegamos al ibón Viejo, algo escondido y un poco separado de la senda. El agua, todavía con bloques de hielo, dio solo para un pedilubio, no aguantábamos con los pinreles dentro más de 20 segundos ¡¡Fría de coj……!!.
Estando allí sentados y relajados pudimos ver y contemplar lo que puede ser un gran descubrimiento. Pensábamos que todavía no estaban catalogados todos los animales de la tierra y este descubrimiento así lo confirmó. Al parecer se trata de un ave muy extraña, debe de haber venido en vuelo migratorio desde tierras muy lejanas. Lo más extraño es que no tiene plumas y sus raquíticas alas puedan mantener en el aire tal volumen y peso. Por suerte tenía la cámara en la mano y pude grabar el momento en el que descendió de las alturas y se dio un baño en el ibón, ante nuestra atónita mirada. Como descubridores, nos vimos con el derecho de darle un nombre, desde ahora se llamará el pájaro Buuu, por el sonido que emitía sin cesar mientras nadaba. Nos preguntamos porque emitía ese sonido, es más, ¿que quería decir con ello?. Le estamos dando vueltas a la cabeza para darle el nombre científico….mmmmm…..bueno, ya veremos.

Este es el momento en que la cámara captó el documento inédito hasta ahora. Lo remitiremos a Nátional Geográfic, haber que opinan.

Llegamos al refugio de Lizara, más que satisfechos por el recorrido de esta jornada y también por el superrr hallazgo. Un bonito refugio, muy bien preparado y confortable, además de una buena ubicación. Tiene habitaciones separadas de reducidas plazas y además con baño dentro de ellas, ¡¡Todo un lujo!!. El trato por parte del personal es excelente y la comida suficiente aunque no abundante, pero bién elaborada, en definitiva un lugar recomendable.

Nota: Os invito a que comentéis vuestra experiencia, es muy importante vuestro punto de vista

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