INTRODUCCIÓN
Corta pero exigente ruta que podemos realizar dentro del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente (La Palma). Se trata de llegar hasta un abrupto barranco en la zona alta de la Caldera, donde el agua cae desde lo más alto del cresterío formando algunas pozas y pequeños saltos. Salimos desde la zona de acampada para ascender prácticamente todo el camino hasta el llamado Hoyo Verde. Hay que llevar agua para toda la excursión, aunque es probable que podamos coger agua en el torrente del Hoyo Verde. Todos los cruces están señalizados con paneles de dirección así que no hay problemas en su seguimiento. Hay alguna zona aérea por donde caminamos en donde es recomendable tener un poco de cuidado. Abstenerse las personas con problemas de vértigo.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Comenzando en la zona de acampada de Taburiente, bajamos al río para cruzarlo por medio de algunas piedras.

Una vez cruzado el río seguimos por la derecha siguiendo su margen en llano pasando por la llamada playa de Taburiente y al poco encontramos el primer desvío.
Seguimos a la derecha todavía en llano dejando la que sigue de frente y de subida.
Volvemos a encontrarnos con otra bifurcación, esta vez a la derecha nos llevaría al barranco de Turugumay así que seguimos de frente para comenzar a subir. Esta adquiere un fuerte desnivel que superamos con múltiples y cortas lazadas.

Vamos adquiriendo pronto altura y salimos de vez en cuando del bosque de pino Canario dejándonos ver el bonito entorno.

Hay alguna zona en el que han puesto unas barandillas de madera para evitar los tramos mas expuestos.

Pasamos también junto a curiosas formaciones vegetales.

Llegamos al mirador de la cascada de la Fondada, desde el que se nos ofrecen espectaculares vistas tanto al vertiginoso salto, como al entorno de la Caldera.

Seguimos subiendo para pasar por el pinar de Siete Fuentes, donde veremos un desvío que a la izquierda lleva al barranco Bombas de Agua y a la derecha nuestro camino.
Llegamos a situarnos bajo un gran murallón que junto a el recorremos sin apenas desnivel pero en el que a nuestra derecha tendremos una buena caída.

Enseguida llegamos al mirador de Hoyo Verde desde donde observaremos la profundidad del barranco y espectaculares panorámicas de la Caldera.

Solo nos queda bajar hasta el fondo para disfrutar de un tranquilo y espectacular entorno.

DATOS DE LA RUTA

  • Fecha de la excursión: 11-2-2009
  • Tipo de ruta: Ruta lineal
  • Nivel de dificultad: Moderado-Bajo
  • Longitud: 5’8km (ida)
  • Desnivel acumulado de subida: 622mts (ida)
  • Desnivel acumulado de bajada: 140mts (ida)
  • Tiempo en movimiento: ———
  • Tiempo Total: ———–
  • POR VUESTRA SEGURIDAD ES MUY IMPORTANTE QUE LEAIS ESTO

ACERCAMIENTO AL PUNTO DE INICIO

El inicio de esta excursión de senderismo lo encontramos en el área de acampada del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. La única forma de llegar hasta allí es caminando, así que deberemos hacerlo eligiendo uno de los distintos accesos a pie de que dispone el Parque Nacional.

ANÉCDOTAS Y MOMENTOS DEL DÍA

Después de peligrar el planning establecido por Enrique, pudimos no sin pensarlo mucho antes, acceder a l interior de la Caldera por el llamado mirador de la Cumbrecita… de nuevo todo iba encauzado según lo previsto.
Un merecido descanso dentro de las claustrofóbicas tiendas dio paso a un nuevo día en la Caldera, ya que el día anterior fue duro además de peligroso.
Aprovecharíamos este día para quedarnos dentro de la Caldera y recorrer alguna de sus sendas para conocer un poco más de este impresionante entorno.
Enrique eligió para esta ocasión una corta ruta que nos acercaría hasta un bonito lugar donde nos contaba…. sintió una «orgásmica» sensación junto al corretear de las aguas barranco a bajo. Poco después de cruzar el río Taburiente la ascensión se hace constante, así que nos lo tomamos con mucha calma y disfrutamos intensamente de las espectaculares vistas que nos ofrecía esta ruta.
Un punto de parada obligada fue el mirador de la cascada de la Fondada, la formidable caída nos proporcionó una sorprendente y relajante visión.
Llegados al Hoyo Verde derivamos en unos momentos de relax mientras calmábamos el crujir de nuestros estómagos. Es fácil comprender una vez allí la solitaria y placentera sensación que sintió entonces Enrique.
Una vez descendido desde allí y prácticamente concluida la excursión hicimos otra parada obligada, el baño y refresco en el río dio paso mas tarde a una merienda-cena de lo más annsssiiaass.