Un recorrido muy exigente y caóticamente bello…..Así es la sierra de Geres.

Entorno del Curral do Conho

INTRODUCCIÓN

En esta ocasión vamos a hablar de excursionismo y no de senderismo, puesto que nuestro recorrido se desarrolla por senderos no balizados, esta sería la diferencia principal entre uno y otro concepto, incluso esta ruta tiene también parte del anglicismo llamado Trekking, ya que hay tramos en el que el sendero desaparece y debemos caminar por orientación y en ocasiones con el apoyo de fitas.
El recorrido no tiene pasos ni tramos de dificultad técnica ni que se prevea un peligro previsible, pero es una excursión muy exigente, de longitud y desniveles a tener muy en cuenta, sobretodo por las personas no habituadas a este tipo de rutas.
El uso de cartografía y brújula ó GPS se hace muy recomendable, incluso diríamos imprescindible si no se conoce el terreno.
En cuanto a las fuentes, decir que pasaremos por bastantes de ellas pero la gran mayoría quedan concentradas en la parte central del recorrido.

DONDE DORMIR
Nosotros estuvimos en un pequeño hotel situado en una lengua de tierra que se adentra en las aguas del pantano de la Caniçada, un lugar ideal para movernos por esta zona.
El hotel está regentado por Salvador y su mujer María Helena, un matrimonio encantador que hará inolvidable vuestra estancia allí.
Este hotel se llama Eco Salvador.

Podéis ver su ubicación en Google Maps

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FOTOS DEL HOTEL, SU GASTRONOMÍA Y ALREDEDORES

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Esta es una ruta que considero, tiene mucha complejidad a la hora de describir un seguimiento detallado, con lo que me ceñiré a desarrollar su descripción a grandes rasgos, aconsejando el uso del gps además de esta información que puede ser muy útil.

Comenzamos en el lugar llamado Portela de Leonte, a 862mts de altitud donde encontramos algunas antiguas construcciones situadas junto a la carretera que va desde la población de Geres y la Portela do Homem, en la frontera con España (ver acercamiento al punto de inicio).
Una vez allí comenzamos buscando la senda de ascenso que localizamos por encima del cartel de madera indicativo del lugar y su altitud «Leonte Alt.862». Este cartel está situado también junto a la carretera pero al lado opuesto donde se encuentran las antiguas construcciones.

Junto a este panel podemos subir a buscar la senda.

Esta senda asciende prolongadamente en zig zag con la ayuda de fitas durante 1’5km aproximadamente hasta llegar al Curral do Mourô, situado en un prado.

Curral do Mourô en la niebla

Vista hacia atrás cruzando el Curral do Mourô

Cruzamos el prado, dejando atrás un gran montículo de piedras situadas encima de una roca para continuar el ascenso. Continuamos viendo fitas y a los 2’4km desde el inicio, llegamos a un collado (1), aquí seguiremos ascendiendo por la izquierda y llegar después de 3’2km totales, a cruzarnos perpendicularmente con una senda. Este punto será común en la ruta, cuando volvamos lo haremos por el sendero de la derecha, pero ahora seguimos por la izquierda.

Contemplamos buenas vistas de esta parte del macizo.

Ya vamos divisando parte de la zona alta de la sierra y en algo más de 300mts tomamos referencia de unas fitas que nos marcan el camino hacia el pico Borragueiro, que localizamos rápidamente por la antena instalada en su vértice, pero antes de ver su cumbre, encontramos una pequeña fuente, un estrecho tubo metálico a modo de caño nos la delata.

Nuestro primer objetivo, el pico Borragueiro

De bajada podemos optar por el mismo lugar o un poco más hacia la derecha para salir al mismo sendero que dejamos al comienzo del ascenso. Una vez en la senda seguimos por la derecha y en 1’6km más llegamos al Curral do Conho, un encantador oasis rodeado de un desierto de piedra. Aquí hay una fuente pero es muy posible que la encontremos sin agua.

Curral do Conho

Continuamos ahora en dirección Sur, sin sendero claro, solo guiados por las escasas fitas que encontramos, pero ojo que estas fitas finalmente nos puede despistar si las seguimos en ascenso por un pequeño barranco en dirección hacia el Borragueiro. Antes de adquirir fuerte subida por este barranco, lo cruzamos hacia la izquierda y atravesamos una zona de bastante vegetación que nos dificulta su seguimiento.
Finalmente ascendemos por un suave collado desde el que divisamos las magníficas moles de Rocalva a la izquierda y Roca Negra a la derecha que vemos aparecer poco a poco.

Rocalva a la izquierda y Roca Negra a la derecha

Rocalva

Roca Negra

Tirando de Zoom

Pasamos por el valle que separa estas dos formidables formaciones, aunque la senda queda marcada a los pies de Rocalva.
Pronto llegamos a otro de los corrales, en esta ocasión estamos en el Curral da Rocalva.

Curral da Rocalva

Dejamos atrás el corral y ascendemos suavemente en sentido Este (izquierda), dejando una zona de turberas a nuestra derecha y descendiendo después a otro valle contiguo en dirección Sur, donde vemos aparecer un pequeño prado al fondo.
Descendemos hasta él y lo rebasamos dejándolo a nuestra derecha para cruzar el exiguo arroyo y ascender diagonalmente por la ladera. Combinando ascenso y descenso por el cordal natural que separa dos estrechos valles, descendemos finalmente hasta la Cabana Prádola.

Entorno árido y muy agreste

De camino, las amplias vistas son imponentes a un lado y al otro del cordal.

Los llamados Bicos Altos

Cabana Prádola

Seguimos descendiendo un buen rato con la ayuda de las habituales fitas, pero también nos hace pensar que todo lo que estamos bajando, lo deberemos subir después. El descenso nos deja más vegetación, aunque esta zona ha sufrido la devastadora fuerza de los incendios.

Pasamos junto a un monumental alcornoque.

Después, al poco tiempo por una pequeña laguna.

Aquí el camino se ensancha formándose una pista de tierra y pasando junto a una fuente, llegamos al Curral do Pinhô, donde dentro de su cercado encontramos una fuente.

Curral do Pinhô

Continuamos por la pista dejando la casa del corral a nuestra izquierda y en 200mts, descendemos a la derecha por una senda hacia el barranco del río Conho y lo cruzamos por el puente de madera que llaman Ponte das Servas.

Ponte das Servas

Salimos nuevamente a una pista y pasamos junto a una gran casa privada, escondida y aislada detrás de un muro de piedras, la rebasamos y al final seguimos por la derecha en un cruce. Sin dejar el camino principal pasamos por varias fuentes y zonas de recreo, entre las fuentes están la Fonte da Ribeira, Fonte da Malhadoura, Fonte das Letras, Fonte Vale do Barracao y alguna más.

Pasamos por varias fuentes en este tramo

Pasamos también por el Curro dos Potros.

Llegamos al bonito valle del río Arado y tomamos una senda a la derecha en ascenso antes de cruzar el puente, desde aquí vamos a recuperar de nuevo toda la altura que hemos perdido, así que nos lo tomaremos con paciencia. Pasamos por la fonte da Cascata y en muy poco por el mirador de la Cascata do Arado.

Entramos en el valle del río Arado

Remontamos el valle por el bonito sendero

El entorno es fabuloso y el camino se hace tortuoso.

Cascata do Arado

Un primer y prolongado ascenso, nos lleva a bajar después al largo valle de Teixeira.
Pasamos por bonitas zonas de pozas de aguas cristalinas y cruzamos el río para llegar primero al curral de Teixeira y posteriormente al de Camalhao.

Remontamos el valle de Teixeira, junto a las cristalinas aguas

Curral do Teixeira

Curral do Camalhao

Poco después se nos plantea dos opciones, seguir de frente por el valle para ascender hasta el collado (1) donde giramos a la izquierda anteriormente en los inicios de la ruta, o girar a la derecha en fuerte ascenso prolongado hasta unirnos con el punto común de la ruta mencionado también en los inicios de la descripción.
La primera opción es más corta, del orden de la mitad y la mitad también en cuanto a desnivel de ascenso que la segunda alternativa.
(En el track para gps esta trazado el recorrido más largo).

Vista atrás, dejamos el valle de Teixeira

Llegando al punto común de la ruta, desde el que descenderemos por el mismo camino.

Independientemente de la opción que elijemos, una vez llegados a los puntos comunes, retornaremos al punto de inicio de la ruta en la Portela de Leonte por el mismo camino.

DATOS DE LA RUTA

• Fecha de la excursión: 17-3-2011
• Tipo de ruta: Ruta circular
• Nivel de dificultad: Alta
• Longitud: 25’5km
• Desnivel acumulado de subida: 1.400 metros
• Desnivel acumulado de bajada: 1.400 metros
• Tiempo en movimiento: 8h
• Tiempo Total: 9h47′

POR VUESTRA SEGURIDAD ES MUY IMPORTANTE QUE LEÁIS ESTO

DATOS, MAPAS, GRÁFICOS Y TRACK

ACERCAMIENTO AL INICIO DE LA RUTA
En el track de acercamiento queda reflejado el trayecto desde el hotel Eco Salvador situadado en Vilar da Veiga hasta el punto de inicio de la ruta en Portela de Leonte.

Track de acercamiento

También podeis ver el punto de inicio en Google Maps

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Esta fue nuestra última casiaventurilla en tierras Portuguesas, la guinda que remató las fantásticas vivencias de la travesía de las sierras de Peneda y Soajo. Al acabar esta, nos desplazamos después hasta Vilar da Veigas, rodeados de las aguas del embalse da Caniçada, nos alojamos en el hotel Eco Salvador, junto a la imponente sierra granítica de Geres . Descansamos al día siguiente y el mismo Salvador hizo de nuestro guía particular para enseñarnos la zona y poder grabar algo de allí, todo un detalle por su parte, nos estábamos acostumbrando rápidamente a la amabilidad y hospitalidad de aquellas gentes. Al día siguiente comenzamos esta ruta que tenía muchas ganas de hacer, la sierra de Geres me atraía mucho, con su orografía recia y caóticamente modelada sabía que recorrer sus entrañas no iba a ser coser y cantar.
Nos dirigimos hacia la Portela Leonte, lugar desde el que se pueden realizar numerosas rutas por la sierra. Amaneció con nieblas y el primer tramo de ascensión a la sierra la hicimos inmersos en ella pero al ganar altura……¡¡Bingo!! podíamos ver más allá del pedrusco que teníamos frente a nosotros….las nieblas iban y venían pero finalmente desaparecieron ascendiendo al Borragueiro.
¡¡Que paisaje teníamos ante nuestros ojos!!, roca pura por todas partes, donde se podían apreciar como pequeños oasis verdes entre tanto gris, eran los corrales que están diseminados por toda la sierra.
No conocer esta sierra y adentrarnos en ella fue para nosotros toda una aventura, las moles pétreas que había visto en fotos me servían para ubicarme, aunque en ocasiones me confundía por la similitud con otras….gracias al track de gps que diseñé con ideas de varios senderistas que patearon por la zona dejábamos claro la dirección a seguir.
Desde lejos, en el curral do Pinhô nos observaba un señor que se acercó después a nosotros en busca de conversación, después de dejarnos entrar en la parcela de la casa donde estaba para cargar agua de la fuente que tenía allí, quiso acompañarnos un rato para enseñarnos «No sabíamos el que». Después de un rato caminando llegamos a una gran casa ajardinada, una de aquellas que salen en las revistas del corazón y que nos enseñan algunos frikis millonarios ….una pasada de casa y de entorno. Nos contó que él era el que se encargaba de guardarla, era de un médico muy anciano y enfermo…menudo trabajo el de este hombre…estresado no se le veía. Muy hospitalario él, nos invitó a pasar dentro de esta gran casa y nos regaló también el sabor de un gran Oporto casero que estaba de vicio, lo disfrutamos acompañado de unas galletitas saladas mientras charlabamos un rato. Estábamos muy a gusto allí pero nos quedaba mucho camino y tuvimos que convencer a nuestro amigo que no estaba dispuesto a dejarnos tan pronto, por lo visto se lo pasaba en grande con nuestra compañía.
¿Que sería de nuestras salidas sin una de las anécdotas rocambolescas de nuestro compi Lute?….Bueno, pues cuando llegamos a una pequeña charca, el quiso pasar al otro lado de esta bordeándola. Lo que no tuvo en cuenta era que uno de los pasos eran poco menos que arenas movedizas……..¡¡¡Chofffff!! Hasta las rodillas. Con cara de pescao y los brazos en alza pedía ayuda, en ese momento yo me había entretenido y quedaba retrasado, pero Salva que estaba allí, lejos de echarle una mano, se partía el pecho de la cómica situación.
Finalmente todo quedó en una graciosa anécdota que una vez más está protagonizada por nuestro inigualable compañero.
El resto del camino anduvo marcando paquete con las mallas cortas y enseñando las garretas.
Acabamos esta gran ruta cansados pero muy satisfechos, de sus paisajes, sus gentes y de nuestras anécdotas.

Fotos

REPORTAJE REALIZADO PARA TV