Una de las clásicas alternativas para ascender al techo de los Pirineos
INTRODUCCIÓN
Ascensión a uno de los picos insignia de nuestro país, situado en el Parque Natural de Posets -Maladeta (Huesca).
El pico Aneto con 3404mts es el mas alto de la cordillera pirenaica, por este motivo y por la belleza del entorno es una cumbre anhelada por muchos montañeros. Esto se traduce en un ir y venir de excursionistas que realizan la ascensión, al menos por su cara norte.
La propuesta que hacemos en esta ocasión es su ascensión por la vertiente sur, la que popularmente llamamos por «Corones», mucho menos transitada pero de mayor desnivel y dificultad. Aquí, la única forma de abastecerse de agua es en los arroyos e ibones (lagunas).
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Comenzamos en el refugio de Corones, también conocido por el de Pescadores situado en el valle de Vallbierna.
En un principio seguimos un camino ancho con las marcas del GR11 que pasa junto al refugio. Poco después encontramos una bifurcación con paneles de información, a la derecha por el GR iríamos a los Ibones de Llosás y a los de Vallibierna. A la izquierda, por donde seguimos tomaremos rumbo a los Ibones de Corones.
Seguimos pisando por un camino bien definido y con el apoyo de fitas nos desviamos después por una senda que sale hacia la izquierda. Como hasta ahora seguimos entre bosques claros de pinos para acercarnos al arroyo del barranco de Corones.
Continuamos paralelo a él para abrirse una panorámica hacia la cascada que nos ofrece el desagüe del Ibonet de Corones que esta justo por encima de esta. La senda desaparece y debemos seguir caminando por la espectacular pedriza, hasta culminar por el lado derecho de la cascada.
Aunque la dirección esta clara, seguiremos el trazado que nos sugieren las fitas.
Antes de llegar hasta arriba tenemos dos opciones, una que sigue a la izquierda y va hasta el Ibonet de Corones, situado en un espectacular circo de origen glaciar, y desde el que vemos alzarse ya el pico Aragüells. La otra sigue por la derecha para subir directamente por la Pleta de Coronas con más de lo mismo, piedras y mas piedras.
La larga ascensión por la Pleta nos la tomaremos con tranquilidad para aprovechar la espectacularidad de las vistas con el ibonet viéndolo empequeñecer por momentos.
Un largo ascenso nos lleva hasta el Ibón inferior, el mas pequeño de los tres.
Rebasamos por la izquierda el Ibón para subir por unas rocas y seguir por la parte mas alta, obteniendo una formidable vista del valle de Vallibierna.
Seguimos viendo fitas que nos indican el mejor camino dentro del caos de piedras y desde el que podemos ver a lo lejos el collado de Cregüeña y la poderosa formación del Aragüells de 3044mts.
Caminando prácticamente al mismo nivel debemos fijarnos en algunas fitas que van tomando poco a poco sentido derecha para salvar la caída de un barranco y bajar primero para enseguida subir hasta el ibón del medio, el mas grande. Desde aquí, el Aneto se nos ofrece al completo.
En este punto tenemos dos opciones, una que es la habitual, rebasando el ibon por la derecha seguiremos las fitas para dirigirnos hacia el glaciar de Corones y el collado que divisamos perfectamente frente a nosotros. La otra por la izquierda del ibón es un trazado mas lógico para la ascensión del Pico Maldito y quizás algo mas duro que el habitual. ( Este es el trayecto que hemos realizamos y por lo tanto el que aparece en track del GPS).
Siguiendo algunas fitas, salvamos el ibón por la izquierda. Encontramos algún paso en el que es preciso un corto destrepe.
Vemos aparecer a nuestra derecha el escondido ibón superior.
Desde mas arriba se perfilan a nuestra izquierda en formación como agujas gigantes el Aragüels y demás picos.
Llegamos al glaciar de Corones donde es preciso colocarse los crampones y tener a mano el piolet. Ni que decir tiene que estamos hablando en condiciones de verano, cuando lo mas habitual es que queden algunos heleros, además del glaciar. En épocas mas frías la ascensión se complica mucho más y es muy probable que utilicemos estas «herramientas» muy a menudo y mucho antes. (Es conveniente pasarse antes por el centro de información excursionista en Benasque, donde nos aconsejarán del material necesario para cada ascensión).
Lo cruzamos longitudinalmente ganando altura poco a poco buscando la vía mas asequible.
Finalmente debemos ascender, en ocasiones trepando hasta el collado.
Cambiamos de vertiente, obteniendo desde aquí unas panorámicas de impresión.
Ahora nos queda atravesar el último tramo del glaciar del Aneto por un trazado muy marcado por el transito habitual de montañeros que acceden por esta vertiente.
Superamos el último desnivel rocoso para situarnos en la antesala del pico, estamos en el comienzo del llamado Paso de Mahoma.
Cruzamos este paso que es la formación de una linea de rocas formando una cresta en la que tenemos vertiginosas caídas a ambos lados.
Hay que extremar las precauciones y tomárselo con calma (no recomendable para los que padecen de vértigo). Finalmente llegamos a la cumbre y acompañados de una cruz de metal y el pilón geodésico, disfrutaremos de una soberbia panorámica del Pirineo.
Bajaremos por el mismo lugar hasta el collado de Corones y una vez rebasado podemos optar por bajar mas directos, en dirección al ibón para abordarlo por la izquierda.
Una vez en el ibón bajamos por el mismo lugar hasta llegar al ibonet. Aquí de nuevo volvemos a tener dos alternativas, bajar por el mismo lugar que subimos anteriormente ó cruzar el arroyo del ibonet y tomar una senda con apoyo de fitas que pasa cerca de un chozo dejando este a nuestra derecha (nuestra opción).
Ya en clara bajada hacia el valle nos adentramos en el tramo de bosque y vegetación que estas alturas ya permite albergar.
Con el pico de Vallibierna y su valle de un verde exultante, cambiamos de paisaje radicalmente dejando las áridas rocas para pasar al húmedo verde. Seguimos la senda que nos guiará hasta el refugio.
ACERCAMIENTO AL PUNTO DE INICIO
Utilizaremos los transportes que previo pago ofrecen en el parque para llegar hasta el refugio de Corones, desde el que comenzaremos nuestra ascensión. Para usar el servicio de transportes (autobús adaptado), debemos acudir al Plan de Senarta por la carretera A-139 que sale desde Benasque y remonta el valle. Allí esperamos al autobús que nos llevará por una vertiginosa pista de tierra para ascender por el valle de Vallibierna hasta el refugio de Corones. Podemos evitarnos el autobús pero deberemos hacer noche en el refugio de Corones que es libre, así que necesitaríamos dos días para la ascensión.
Horario de los autobuses
DATOS DE LA RUTA
- Fecha de la excursión: 19-7-2009
- Tipo de ruta: Ruta Lineal
- Nivel de dificultad: Alta-Muy Alta
- Longitud: 12 km
- Desnivel acumulado de subida: 1492mts (ida i vuelta)
- Desnivel acumulado de bajada: 1492mts (ida i vuelta)
- Tiempo en movimiento: ———-
- Tiempo Total: 11h45′
- POR VUESTRA SEGURIDAD ES MUY IMPORTANTE QUE LEAIS ESTO
ANÉCDOTAS Y MOMENTOS DEL DÍA
Abandonamos tierras de Andorra, dejándonos buen sabor de boca después de subir al Comapedrosa, un espectacular balcón del Pirineo. Llegamos al refugio libre de pescadores por la tarde, después de dar un garbeo por Benasque y pasar por el centro de información de excursionismo de montaña del Parque para tener controlado las previsiones meteorológicas. Estas eran buenas, al menos para el día siguiente, había que aprovecharlo para la ascensión al Aneto así que alquilamos los crampones, prescindiendo de los piolets, ya que contrastamos en el centro y en la tienda, que no eran muy necesarios si portábamos los bastones.
Cumpliéndose las previsiones, amaneció un día inmejorable para la ascensión.
El tramo de subida hasta pasar el ibón inferior de Corones nos era conocido ya que Lute y yo pasamos por allí el año pasado para la ascensión del Aragüels. Una vez desviados para dirigirnos al ibon del medio, el mas grande de todos, optamos por bordearlo por su izquierda. Por lo visto es una vía mas lógica para el ascenso al pico Maldito que para el Aneto, así que continuamos las pocas fitas que veíamos hasta que las perdimos, optando finalmente por nuestro «buen» criterio para ascender hasta el pequeño glaciar de Corones. En la bajada vimos claramente que la via mas marcada era por la derecha del ibón.
Una vez en el glaciar, algún que otro desliz propinó un subidón de adrenalina a algunos del grupo, la inclinación aquí es considerable y un paso en falso pudo hacer que acabaramos con nuestros huesos estampados en las rocas mas abajo.
Culminar el collado de Corones exigió un último esfuerzo, no sin antes padecer algunos temblores de piernas y algún que otro cambio de calzoncillos al tomar la via mas complicada.
Aquí pudimos comparar la diferencia en cuanto a afluencia de montañeros se refiere entre subir por una vertiente u otra. Por la de Corones a penas vimos gente subir, en cambio por el lado del refugio Renclusa, era poco menos que una romería.
Vuelta a ponernos los crampones para cruzar el último tramo del glaciar de Aneto y llegar despues a la antesala del pico, justo antes de cruzar el paso de Mohoma. Tuvimos suerte porque a la que llegabamos al paso, bajaba un gran grupo dejando la cumbre solo para nosotros, todo un placer contemplar este espectacular entorno como se merece.
Unas nubes amenazadoras se acercaban rápidamente y decidimos cortar con el momento cumbre y comenzar la bestial bajada que nos esperaba.
Una vez rebasado de nuevo el collado de Corones decidimos bajar hasta el ibon del medio por la vía mas rápida, osea, de frente hasta abordar el ibon por la izquierda. Para ello debíamos bajar por el glaciar con una inclinación de vértigo. Aquí nos dió una clase magistral el maestro Lute, «Chanque» como le apelaron nuestros compis de Canarias y llamamos todos cariñosamente (palabro que es degenerado por el cachondeo y que hace referencia al nombre de Chanquete, personaje popular de barba blanca y con curva de la felicidad, pero no es Papa Noel).
Como digo, magistral, soberbio, magnífico, grandioso y mucho más se puede calificar la lección de como bajar un glaciar en quince segundos. Primero la teórica, esto esta «chupao», mirad mirad, esto se hace así. Ahora pasamos a la práctica…. tropezón, con pecho y morros en la nieve fue de cabeza deslizandose a una velocidad de vértigo, con la boina hasta las orejas y el pitorro tieso cortando el aire parecía un misil. El primer intento de parada fue con su particular técnica depurada del «crusaito» con los dos bastones. En la primera intentona para frenar no sirvieron ni los crampones ni los bastones, mandando uno de estos junto con la tecnica del crusaito al ca-ra-jo. Despues de destrozar las rocas con las que se topó, rebotó y siguió deslizandose en solitario con cara de velocidad y la boina sin moverse, algo tiene esa boina que cuando se la enrosca se embrutece. Finalmente volvió a sacar de la manga otro de sus exquisitos trucos para las frenadas extremas, esta vez usó la técnica del «remo», con un solo bastón es fácil imaginar esta artimaña. Gracias a su serenidad y rápida reacción consiguió frenar, evitando acabar arrollando al montón de rocas que había mas abajo.
Nota: Es curioso, en muchas ocasiones, cuando nos encontramos en situaciones de peligro o de mal rollo, si finalmente todo acaba bien, acabamos por cambiar el chip para transformar lo ocurrido en imágenes caricaturizadas, quizás por quitarle hierro al asunto y cambiar lo malo por bueno. Aún así no olvidamos lo mal que lo hemos pasado.