Aprovechando las ilógicas temperaturas de este invierno, decidimos salir a visitar dos poblaciones situadas en los límites de las provincias de Valencia y Alicante. En la parte Valenciana visitamos Bocairent,
y en la Alicantina, Bañeres, situada en las faldas de la sierra Mariola.
Las cuevas, según nos explicó el guia, fueron excavadas por los bereberes cuando dominaban la península. Cada propietario excavó su particular cueva, a la que accedían con una escalera. La utilidad que le daban fue la de guardar el grano y cuando fueron expulsados, las gentes del pueblo fueron comunicando todas las cavidades, obteniendo así un laberinto de cuevas.
El inspeccionar este entramado requiere en ocasiones un cierto esfuerzo físico, no padecer demasiado en las estrecheces y porque no, un mínimo de contorsionismo.
Desde las antiguas entradas a las cuevas que ahora son ventanales, se disfruta de unas bonitas panorámicas hacia el barranco, la ermita y el pueblo.
Al margen del valor histórico, es un lugar donde pasarás un buen rato, sobretodo si se vais acompañado de los peques, ellos seguro que se lo pasarán en grande. No fuimos los únicos en recorrerlas, subieron algunos grupos, coincidiendo con uno de ellos.
La visita a la plaza de toros fue ya un poco más tranquila. Esta plaza fue construida por un grupo de habitantes del pueblo. Se empeñaron hacerla a base de martillo y cincel, sobre un montículo de roca, tallando las gradas etc.
A unos 7km antes de llegar a Bocairent (si venimos de Onteniente), en la confluencia con la carretera que va hasta Fontanars dels Alforins, hay un paráje fluvial llamado Pou Clar que vale la pena ver. Con un par de mesas y bancos situados en el interior de una hoz, donde el curso del agua del rio Clariano a modelado la roca, formando pozas y algún pequeño salto de agua. El lugar invita al paseo y la relajación, además del baño.
Si lo que queremos es hacer alguna ruta de senderismo en familia, existe una que os recomiendo, aunque no se realice al completo. Por la carretera, a unos 500mts en dirección hacia Bocairent, encontramos el comienzo de la ruta. El barranco del Tarongers se llama. Podemos adentrarnos y recorrer un tramo o la totalidad de esta ruta que a buen seguro disfrutareis.
Ya se hacia la hora de comer, pero quisimos dar una vuelta antes por Bañeres de Mariola y su bonito castillo. No tuvimos suerte porque al llegar a la puerta del castillo la estaban cerrando, aunque a las 16h la volvían a abrir. Vale la pena una visita, ya que esta restaurado y las vistas desde el torreón son muy bonitas.
A continuación fuimos a comer al área recreativa y de acampada llamada Molí L’Ombría que esta a las afueras del pueblo, junto al río Vinalopó.
Aquí también podemos hacer excursiones, encontrándonos rutas señalizadas.
Una típica, que podemos realizar sería la que nos lleva al nacimiento del Vinalopó, que nace en las cercanías.
No hay nada que me motive más que respirar en la soledad de la montaña, donde quiero estar, donde quiero compartir mis mejores experiencias, donde quiero seguir sintiéndome un niño.
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