Recorre estos parajes de formas casi irreales y siente el influjo de sus antiguos ermitaños.

senderismo en la sierra de Montsant

El otoño en el Congosto de Fraguerau

INTRODUCCIÓN

La sierra de Montsant, situada en la comarca del Priorat (Tarragona), tiene una orografía muy irregular, con multitud de formaciones erosionadas y moldeadas por los elementos, dándoles aspectos diferentes y en los que con imaginación podemos encontrar algunas semejanzas. También está surcada por profundos y frondosos barrancos, caso de nuestra ruta en el que el río Montsant ha formado un espectacular y tortuoso congosto, el de Fraguerau.

Desde las cercanías de la población de Ulldemolins, concretamente desde el área recreativa de la ermita de Sant Antoni, caminaremos primero por pista hasta entrar en la cerrada garganta, donde la vegetación es verdaderamente impresionante. Pasaremos por la ermita de Sant Bartomeu de Fraguerau, en un lugar encantador y cuyo nombre junto al del congosto viene derivado del monje que habitó aquí, en la ermita. Saldremos del barranco para adquirir altura y obtener vistas muy amplias de la sierra y alrededores, incluso en días despejados podemos ver claramente la cordillera de los Pirineos. Volveremos a bajar al río Montsant por el Grau de L’Euga donde debemos tener un poco de cuidado ya que necesitaremos ayudarnos con las manos en algunas ocasiones para destrepar algunos cortos tramos, además de caminar por algunos lugares un tanto expuestos. Recorreremos un buen tramo del río para encontrarnos con el punto donde nos desviamos anteriormente del congosto, a partir de aquí volveremos por el mismo lugar, obteniendo así una ruta semicircular.

Parte del recorrido queda trazado por el GR65.5.

Es aconsejable cargar agua desde el inicio para toda la jornada en la zona recreativa de la ermita de Sant Antoni. Más adelante y antes de entrar en el congosto, podemos tener otro punto de agua, en la fuente de la Gleva (la última vez la vimos cerrada, aunque junto a ella hay una construcción para la captación de agua y en sus alrededores suele brotar).

  • A terner en cuenta

No es aconsejable hacer esta ruta con prevision de fuertes lluvias, ni que decir tiene, con niebla. El río Montsant puede ser una encerrona ante una eventual crecida (pudimos ver «in situ» hasta donde llegó el agua, destrozando todo a su paso). La bajada de nuevo al río por el Grau de l’Euga no entraña gran dificultad en seco, pero puede complicarse en mojado. Así que si queréis disfrutar de esta magnífica excursión no esta de más consultar las predicciones de la meteo.

  • El itinerario:

Ermita de Sant Antoni/GR65.5 (Ulldemolins) – Pla de la Bassa – Coll del Prat – Fuente de la Gleva – Codolles Fondes – Congosto de Fraguerau – Río Montsant – Barranco de Sant Bartomeu – Ermita de Sant Bartomeu de Fraguerau – Monolito – Mas de Jaumet del l’Era – Mas Venta de la Serra de la Llena (dejamos GR) – Cueva de L’Espardenya – Grau de L’Euga –  l’Escambell – Mas de Solerás – Río Montsant – Balma del Sapo – Congosto de Fraguerau – Codolles Fondes – Fuente de la Gleva – Coll del Prat – Pla de la Bassa – Ermita de Sant Antoni

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Comenzamos en la zona recreativa de la ermita de Sant Antoni, donde existe también un refugio. Aquí podemos cargar nuestras cantimploras ya que la próxima fuente no esta muy lejos de aquí y tampoco tenemos la seguridad de que salga agua.

Seguimos el GR65.5 que va por la pista de tierra en ligera subida. Pasamos junto al Pla de la Bassa, donde además de la balsa encontramos varios paneles de dirección. Seguimos recto y a unos 13min del comienzo llegamos al Coll del Prat. Salimos de la pista ligeramente por la derecha, tomando una senda de bajada que evitará un corto tramo de pista. En este punto hay un panel de direcciones y más a la derecha baja un camino. Ya vemos al fondo el comienzo del congosto.

Poco después volvemos a salirnos de la pista y evitar otro tramo mas largo de esta. De nuevo nos desviarnos a la derecha por una senda de pronunciada bajada.Volvemos a salir a la pista y seguimos por la derecha, para llegar enseguida a la fuente de la Gleva, en la que veremos una caseta.

La pista se transforma en senda y llegamos al río Montsant en un paraje muy agradable llamado Codolles Fondes.

Entre moles de formas redondeadas el Montsant se ha hecho paso por la dura roca formando una profunda cicatriz.

Bajamos a la izquierda por unos escalones de madera y una pequeña pasarela que cruza un arroyo. Entrando de lleno en el entorno del río Montsant, cruzamos por bosque de pinos para entrar en una salvaje frondosidad.

Seguimos y más adelante llegamos a una bifurcación, donde existe un panel de direcciones. A la derecha iríamos al Raco de la Pastera que según mapa hay una fuente. Nosotros seguiremos por el de la izquierda, por el trazado del GR que hasta aquí y un poco mas adelante, las marcas que vimos eran solo la roja.

El entorno es espectacular, formas moldeadas a capricho de la naturaleza hacen ver con la imaginación figuras de todo tipo.

Vemos vestigios de algún corral construidos aprovechando los abrigos formados en las paredes de roca. Nuevamente nos desviamos, esta vez a la derecha de bajada (hay una marca roja en una piedra).

Llegamos al punto común de la ruta, donde volveremos a cruzarnos de vuelta. Se trata del desvío al puente colgante. Primero encontramos un desvío a la derecha de bajada, supongo que será para cruzar el río sin pasar por el puente, siempre que el caudal nos lo permita (hay panel).

El segundo desvío, unos metros mas adelante, también con panel, nos baja al puente. Lo cruzamos para bajar a continuación por una pasarela. (Puede ser que esta pasarela quede destrozada ante la crecida del río, con lo que tendremos que bajar buscando alguna alternativa, como fue nuestro caso). Dejamos el río Montsant para adentrarnos por el barranco de Sant Bartomeu.

Entre mucha vegetación y rocas llegamos al entorno de la ermita de Sant Bartomeu de Fraguerau. Vemos ya marcas completas del GR (blancas y rojas). Primero pasamos por un corral y una cueva, y luego la ermita, todo en el mismo lugar. Un rincón ideal para la meditación.

Frente la puerta de la ermita sale un sendero que nos llevará de subida y pasar entre grandes rocas, en alguna ocasión a modo de túnel.

Una vez ha adquirido altura obtendremos buenas vistas del barranco, y entre bancales recorremos un área donde los incendios han degradado la zona, apreciándose claramente todavía restos del anterior incendio. La senda nos lleva hasta un monolito con una inscripción.

Seguimos primero a la derecha, para girar a la izquierda por senda después de un corto tramo (hay panel). Estamos en el Mas de Jaumet del l’Era.

Seguimos subiendo hasta llegar a la carretera C-242 pero sin pisarla giramos a la izquierda y llegar en poco mas de medio km a las ruinas de venta de la Serra de la Llena situada bajo la Loma Alta de 794mts. Desde aquí podemos ver en días claros la cordillera de los Pirineos.

Mas Venta de la Serra de la Llena

Por la pista y justo al pasar las ruinas, dejamos el GR que sigue por la derecha y por senda. Poco después llegamos a un cruce de tres caminos, seguimos el de la izquierda que va de bajada. Bonitas vistas nos ofrece este camino hacia los barrancos.

Volvemos a encontrarnos una trifurcación y también volvemos a seguirla por la izquierda. Es un camino poco definido que rápidamente se transforma en senda. Seguiremos las fitas y algunas marcas blancas en un tramo muy aéreo y de subidas y bajadas muy suaves.

Ahora obtenemos vistas a dos vertientes, con el río Montsant y la cola del pantano de Margalef a la derecha.

Pasamos por la cueva de L’Espardenya para dirigirnos hacia el Grau de L’Euga, paso en el que comenzaremos la bajada al río Montsant y en el que deberemos tener un poco de precaución, ya que tendremos que destrepar algunos cortos tramos y podemos resbalar en otros de fuerte pendiente.

También caminamos junto a algunos pasos expuestos con pequeñas piedras sueltas, donde también debemos extremar nuestra atención.

La bajada es larga y sinuosa, y en la zona l’Escambell adquiere un fuerte desnivel.

Nos acercamos al Mas de Solerás que hemos visto desde arriba y que se encuentra en la otra orilla del río. Una vez llegado cerca del cauce, sin dirigirnos al Mas, la senda gira a la izquierda y recorre paralelo y a cierta distancia del lecho un tramo de este lado para tener que cruzarlo por medio de un tronco de árbol, pero antes pasamos frente a la cueva de l’Arena.

Cruzamos el río y llegamos a un pequeño llano donde hay un poste de direcciones. Seguimos a la izquierda, dirección Ulldemolins. La senda gira mas a la izquierda para seguir el curso del barranco.

Frente a una pared confluimos con otra senda, seguimos por la izquierda. Pasamos por la Balma del Sapo y bajo grandes farallones redondeados.

Llegamos a la confluencia del puente colgante que ya no cruzamos y seguiremos el camino de vuelta por el mismo lugar por el que vinimos.

DATOS DE LA RUTA

  • Fecha de la excursión: 4-11-2008
  • Tipo de ruta: Ruta circular (con tramo lineal)
  • Nivel de dificultad: Moderado
  • Longitud: 19km
  • Desnivel acumulado de subida: 1009mts
  • Desnivel acumulado de bajada: 1009mts
  • Tiempo en movimiento: 6h
  • Tiempo Total: 7h
  • POR VUESTRA SEGURIDAD ES MUY IMPORTANTE QUE LEAIS ESTO

 ACERCAMIENTO AL PUNTO DE INICIO

Para llegar al inicio de la ruta debemos dirigirnos al pueblo de Ulldemolins, justo antes de llegar a la población, a la izquierda vemos un panel de madera indicándonos la dirección a las ermitas. Deberemos llegar hasta la de Sant Antoni, donde dejaremos nuestro vehículo.

Podéis visualizar la ubicación del área recreativa donde se encuentra la ermita de Sant Antoni, lugar desde el que partiremos en nuestra ruta de senderismo


Ver Ermita Sant Antoni en un mapa más grande

  • Foto del día

Justo después de cruzar el río Montsant por medio del puente colgante, se debe de bajar desde una gran roca por medio de una especie de pasarela. Las últimas lluvias hicieron crecer el río de tal forma que se desbordó por todos los lados, con indicios de haber alcanzado bastante altura. Las fotos muestran como quedó esta pasarela después de la crecida. Como se puede entender, nos tuvimos que buscar la vida para poder bajar, con el firme embarrado y enmarañado de ramas.

ANÉCDOTAS Y MOMENTOS DEL DÍA

Toda la semana siguiendo las previsiones meteorológicas, no eran muy halagüeñas hasta el miércoles pero bueno, nosotros nos decidimos a pasar la semana allí, esperando que cambiara.

Por suerte lo que debería ser un lunes y martes lluvioso, fue todo lo contrario, así que nos decidimos a realizar esta ruta no vaya a ser que cambiara el tiempo.

Acertamos de lleno porque el día fue de lo mas benigno, fresquito por la mañana y una temperatura muy agradable al despuntar el sol. El paso por el congosto, umbrío y húmedo nos llenó de buenas sensaciones, a veces por pasadizos de techos verdes y suelos ocres, nos envolvían en la más absoluta de las soledades. Otras veces, gigantes y abrumadoras figuras vigilaban nuestros pasos viendo alzar constantemente nuestros rostros admirando la belleza del entorno.

Pasado el puente colgante tuvimos que improvisar la bajada ya que el acceso por una pasarela había quedado inutilizado por las últimas lluvias. Con un poco de destreza y no menos de acojono, pudimos bajar por un lateral de la roca. Por un inestable enramado y posterior embarrado, salvamos el escollo, pero no sin algunos kilos de más en nuestras botas.

Las personas que durante siglos se han dedicado a la meditación, han sabido siempre elegir su lugar para la soledad. Aquí la ermita esta enclavada en un mágico lugar, rodeado de vegetación y altos farallones. Me gustaría imaginar y trasladarme por un momento a aquellos tiempos y ver como vivía aquel ermitaño, comprobando aquello de que «no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita».

Las amplias y profundas vistas que el sorprendente día nos ofrecía, nos permitió divisar claramente las cumbres nevadas del Pirineo, todo ello mientras caminábamos por un tramo muy aéreo. La bajada hacia el río Montsant por el Grau de L’Euga me lo esperaba algo más «peligroso», aunque no hay que menospreciarlo ya que en algunas ocasiones un mal traspié nos podría haber creado muchas complicaciones y un gran disgusto.

Volver a tener que cruzar el río se convirtió en una pequeña aventura, primero porque este paso que consiste en un tronco de árbol de parte a parte del río, a pesar de estar muy cerca de el no lo veíamos, fruto del devastador efecto por la crecida de agua de las últimas lluvias. Cantidad de ramas y arbustos habían quedado enganchados en este tronco, camuflándolo. El sendero terminaba allí, así que insistimos en localizar el paso…. por fin lo encontramos, ahora consistía en «desmarañarlo». Un poco de equilibrio en la cuerda floja, con el tronco húmedo y resbaladizo nos proporciono ese ápice de aventura que toda salida que se precie debería de tener.

En general a sido una formidable ruta de gran belleza, tanto por el interior del congosto, como por las amplias panorámicas que nos ofreció desde las alturas, y si añadimos el color típico del otoño, el correr de las aguas por todos los rincones, y los rasgos de aventura que tuvimos… posiblemente sea una excursión que recordaremos y comentaremos en muchas ocasiones.