En esta ocasión no vamos a relatar esta excursión como habitualmente lo hacemos, con la acostumbrada explicación para seguir su trayectoria, ni siquiera pondremos el track, preferimos repetir la excursión corrigiendo algunos tramos en los que nos hemos equivocado y también en otros en los que nos hemos dado cuenta que sería mas interesante el trazado por otro lugar. La ruta tal cual la hemos realizado lo tiene todo, sorprendente belleza por los parajes por donde pasa, con tupídos bosques de pinos, frondoso y estrecho barranco con saltos y pozas de aguas cristalinas, sin olvidarnos de las amplias vistas que nos proporciona la subida al Peñarroya. También por la dureza de su largo recorrido y nada despreciable desnivel, y sobre todo aventura, mucha aventura. Este último «don» lo hemos generado nosotros con algunas equivocaciones en las que nos hemos encontrado en ocasiones fuera de todo camino, con lo que hemos decidido no colgar el track.
Nuestra casiaventurilla parte desde la población de Alcalá de la Selva y tomando dirección Cedrillas por el trazado del PRTE8 primero, nos dirigimos después hacia Gudar por otro tramo de sendero de pequeño recorrido, el PRTE29. Sin subir a esta población seguiremos hacia los Caños de Gudar, formidable paraje donde se embarrancan las jóvenes aguas del rio Alfambra, ofreciendonos saltos y pozas de agua en un entorno de gran belleza. Desde allí y en un prolongado ascenso llegaremos hasta el Peñarroya que supera los dos mil metros de altitud. Un alto con cumbre alomada pero en el que tenemos unas panorámicas muy amplias de la zona sur de la sierra. Bajamos despues para conectar con el GR8 hasta Alcalá.
DATOS DE LA RUTA
- Fecha de la ruta: 3-1-2009
- Distancia : 26,8 km
- altura mínima : 1370 mts
- altura máxima : 2027 mts.
- desnivel acumulado : 950 mts
- tiempo movimiento : 6h29′
- tiempo total : 8h35′
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ANÉCDOTAS Y MOMENTOS DEL DÍA
Queríamos empezar el año pisando nieve y decidimos realizar esta ruta que tenía en mente desde hace bastante tiempo. Apoyándonos sobre trazados de un track de Javier Goterris ( C.E. Villarreal), retocamos algunos puntos haciéndolos pasar por otros lugares que queríamos ver.
Ya de buena mañana y sin salir del coche comienza los primeros síntomas de aventura. El sobresalto al pitar el chivato del ordenador a bordo de mi coche indicando una advertencia, bueno solo fué un pequeño susto, se trataba de la indicación de falta de liquido de frenos, que solventamos en la gasolinera de Barracas. Después de una complicadísima tarea mecánica, la parada «café» la hicimos allí mismo, bueno a Lute que intentó tomar un poleo se lo levantaron antes de tiempo.
Ya en Alcalá de la Selva intuimos que eso de pisar nieve lo íbamos a hacer una vez subamos al Peñarroya, eso si, nieve no pisamos demasiado pero barro, al menos 3kilos por botas que se resistían en dejar de ser parte de nuestro calzado.
Recorrimos sendas y pistas rodeados de compactos bosques de pinos con lo que caminar se hacía muy llevadero y relajante, sobre todo el tramo de los Caños de Gudar, donde el constante correr y saltar de las recién nacidas aguas del rio Alfambra, se abren paso por el estrecho y húmedo barranco. La llegada al Peñarroya fue nevando y con el tiempo justo para volver a Alcala sin que nos cogiera la noche. Aquí coincidimos con una pareja que venía también de Valencia. Javier y Lola se llaman, conectamos pronto, es lo que tiene la montaña y compartimos unos momentos aunque fugaces, de fotos, dulces, y orujo.
Bajando por el cortafuegos cruzamos dos pistas, continuamos por la última ya que el cortafuegos terminaba en un cortado y nos pareció un poco expuesto el seguir por allí. A partir de aquí tuvimos que improvisar puesto que el trazado lo teníamos por el cortafuegos hasta llegar al GR8. Seguimos un tramo por la pista hasta desviarnos por otra que fue difuminándose poco a poco hasta desaparecer, quedando rasgos de sendero que aparecía de vez en cuando hasta perderlo por completo. En busca del «buen camino» fuimos sorteando algunos abruptos desniveles que nos impedían el paso mientras la tarde caía rápidamente. Llegamos a Alcalá todavía con luz y con el sabor de la aventura.