Fès, una ciudad imperial por excelencia, te atrapa y envuelve entre el cotidiano trasiego de sus laberínticas calles.
Barrio de curtidores en Fès
INTRODUCCIÓN
Es necesario un corto pero preciso repaso a esta mítica urbe, ya que será la ciudad a la que destinaremos nuestro vuelo de avión para realizar las próximas rutas que os ofreceremos en el desconocido medio Atlas. Desde allí deberemos desplazarnos de nuevo en coche algo más de 100km de distancia hasta el campamento base elegido en las montañas del medio Atlas.
Fès ó Fez, dependiendo de a que terminología nos refiramos, si en francés ó en árabe respectivamente, es la tercera ciudad de Marruecos después de Rabat y Casablanca. Fue capital de Marruecos en un periodo de 400 años y dispone de más de 13 siglos de historia, además es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos junto a Rabat, Marrakech y Meknès obteniendo el suficiente peso para ser considerada una especie de barómetro donde medir el pulso social del país.
Que vistar
Esta gran ciudad obtiene el mayor grado de bullicio en su Medina, antigua ciudad medieval amurallada que se enorgullece en ser la más antigua y grande del mundo y que además sigue habitada. Solo por el hecho de transitar por sus antiquísimas calles merece la pena una visita a este centro histórico. Dentro de ella existe una ingente cantidad de Mezquitas, además de otras construcciones muy importantes, como las Madrazas, escuelas en general, tanto religiosas como de ámbito secular. Otro de los puntos dentro de la Medina que no debemos dejar de visitar es el barrio de curtidores de piel.
No debe faltar tampoco una visita a la colina donde se ubican los restos del castillo, desde allí dispondremos de una amplia panorámica sobre la ciudad de Fès.
Podemos adentrarnos nosotros mismos y aventurarnos por este increíble laberinto, pero es aconsejable contratar un guía, él nos conducirá sin problemas por este complicado entramado de calles, enseñándonos y explicándonos lo más resaltable. Dentro de la Medina y conforme avancemos por sus callejuelas, se nos ofrecerán muy a menudo los falsos guías. En nuestro hotel en Fès podemos pedir que nos envíen un guía turístico por un precio aceptable.
Una vez cruzamos una de sus puertas de entrada, un mundo diferente e impactante se nos ofrece ante nosotros para ser disfrutados por los cinco sentidos. El exponente es el factor común a todo y cuanto apreciamos en este caótico entorno. Se multiplica la complejidad de sus estrechas y laberínticas calles, impresiona la cantidad de puestos de subvenirs, comidas y diminutos negocios de apenas un par de metros cuadrados en los que artesanos de diferentes oficios, dejan ensimismados al visitante con sus trabajos en orfebrería, madera, tejidos, marroquinería y un largo etc.
Colores, olores y sabores, se entremezclan dentro de un marco complicado de asimilar a primera vista, pero que pronto acostumbramos para disfrutar enormemente conforme avanzamos entre un fuerte trasiego de gente que coincidiendo además con el ir y venir de animales de carga, nos lleva en ocasiones a quedarnos encajonados, situaciones inusuales respecto a lo cotidiano en nuestro occidente, pero que aquí asimilamos rápidamente como normal e incluso divertido.
Donde comer
No tendremos problemas en encontrar lugar para ello, tanto fuera como dentro de la Medina. Particularmente me inclino por degustar su gastronomía dentro de este histórico y bullicioso entorno, es mucho más divertido y atractivo para el visitante que gusta de involucrarse con sus gentes. Encontraremos gran número de puestos para comer, desde simples puestos de pinchitos, hasta bares donde ofrecen menús diarios a muy buen precio, eso sí, en cuanto se hace la hora de comer, una legión de captadores de clientes se ofrecerán con la carta del menú para que accedas a sentarte en sus mesas. Ofrecen comida típica Marroquí como Kebaps (pinchos), Couscous, Tajin, sopa Harira, etc.
Donde dormir
Al igual que en el caso de la comida, dispondremos de una amplia gama de lugares donde alojarnos, desde hoteles de 5 estrellas en la zona más moderna de la ciudad, hasta pequeños y austeros hoteles dentro de la Medina a un precio muy interesante, del orden de 6 euros persona/noche, ideales para mochileros.
De compras
Tendremos multitud de lugares donde gastar nuestro dinero, ellos nos ayudarán a sacarlo del bolsillo con su insistencia. El regateo es muy común aquí, así que deberemos estar preparados para esta guerra sicológica del «ni para ti ni para mí». Dentro de la Medina es una constante estos menesteres comerciales, tiendas y más tiendas esperan el paso del cliente para ser absorbido por hipotéticos mejores precios que en otros puestos. Todo tipo de objetos y curiosidades podremos encontrar, desde gran variedad de hierbas y productos medicinales, hasta los típicos trabajos artesanales en cuero, madera, tela o bronce y otros metales entre otros muchos.
Datos varios
Idioma: Mayoritariamente el Arabe y Francés
Documentación necesaria: Pasaporte
Moneda: Dirham (oscila entre 10 dirham= 1euro)
Vacunas: No son necesarias