Desde siempre ha sido una buena praxis a la hora de salir a la montaña, el tener en cuenta muchos de los factores que nos proporcionan un mayor grado de seguridad y con ello, asegurarnos una buena parte del éxito de la jornada en el entorno que más nos gusta y en el que mejor nos sentimos.

A estos factores que todos sabemos, entre ellos la planificación de la ruta en mapas y otros medios, datos de la ruta, consulta de la meteorología etc etc , le tenemos que añadir hoy en día y más que nunca uno más; la prevención contra las garrapatas.

En principio nos puede parecer una cuestión de segundo grado y no le damos importancia; total es un bichito insignificante y ¿que puede pasar?. También podemos pensar que llevamos muchos años caminando por la montaña y nunca se nos ha subido, y menos «enganchado» uno de estos arácnidos; siempre los hemos relacionado más bien  con los animales, en particular con nuestras mascotas.

Desde hace aproximadamente 3-4 años, particularmente yo como varios miembros de Casiaventurilla (seguramente muchos de vosotros también) hemos venido observando un incremento casi exponencial en la visualización y el contacto con estos diminutos huéspedes; es más, en varias ocasiones con la desagradable sorpresa de verlos «autoabastecerse» y sin permiso.

No solo estos sucesos me han ocurrido a mi; también se han ceñido a muchos de los compañeros con los que he compartido las rutas. Por suerte no ha pasado de ser una simple anécdota, pero también últimamente, he podido conocer algunas historias con final muy desagradable, tanto que han marcado para siempre la salud de aquellos desafortunados «anfitriones».

Como digo, desde hace pocos años atrás vemos que estos bichos nos da la sensación de que cada vez nos eligen más a los humanos para alimentarse; puede ser una percepción particular, o de algunos compañeros, pero lo que es cierto, es  que salimos desde hace unos 20 años a la montaña y este comportamiento hasta estos últimos, no es el mismo ¿Podemos deducir que algo ha cambiado?, ¿tiene que ver algo el cambio climático?, ¿evolución de la especie?; bueno, sea lo que sea creo que hay señales que debemos tener en cuenta y evolucionar con ellas para estar a la altura.

En estos días han saltado las alarmas por un caso que ya es de dominio público. Un hombre ha fallecido por fiebre hemorrágica Crimea-Congo y dos mujeres ingresadas por posible contagio de esta fiebre, en su origen al estar expuestos al contacto con garrapatas.

Debemos saber que las garrapatas transmiten muchas enfermedades, algunas de ellas graves o muy graves, como la enfermedad de Lyme entre otras y aunque la gran mayoría de las garrapatas no son portadoras de ningún organismo infeccioso que puedan transmitirnos, la posibilidad entre muchas de poder ser infestados, bien merece un toque de atención y estar prevenidos.

En absoluto nos tenemos que obsesionar por todo ello y como no dejaremos de hacer lo que más nos gusta,  hacerme un favor….Tener cuidado ahí fuera!!!

A continuación comparto algunos reportajes que pueden ser interesantes para que sepáis un poco más de este tema y toméis vuestras propias medidas.

Si crees que el reportaje puede ser interesante para los demás, en especial para los que tenemos un mayor factor de riesgo al salir habitualmente a la montaña; lo mejor es compartir la información.