Sumérgete en el mar de pinos de esta baja serranía y descubre un museo escondido de bellas esculturas.

Las Corbeteras, toda una sorpresa descubrir estas maravillas escondidas en un mar de pinos

INTRODUCCIÓN

Bonita ruta excursionista en la Serranía Baja de Cuenca, que transcurre íntegramente en el término municipal de Pajaroncillo, cerca de la población de Boniches.

Partiremos desde un punto de la carretera N-420 entre Boniches y Pajaroncillo (ver acercamiento al punto de inicio).

Desde allí, por caminos y pistas, atravesaremos un área donde el pino es dueño y señor de estas montañas, aunque también el roble es morador minoritario. Por parajes típicos de la Serranía Baja, subiremos al punto más alto de la jornada, el Peñarroya, que con 1265mts, forma una llamativa atalaya de rodeno desde la que nos asomaremos hacia el valle por donde transcurre ondulante el río Cabriel.

El siguiente punto de interés y sin duda el más atractivo y sorprendente es el del Paraje de Las Corbeteras, como popularmente se conocen, también hay quien las llaman Corveteras, aunque en la toponimia incluida en mapas topográficos lo denominan Los Corveteros.

El nombre de corbetera hace referencia al utensilio con asa central que sirve para tapar las ollas. Al parecer, se ha adoptado este nombre por el parecido que tienen muchas de las sorprendentes y erosionadas rocas de areniscas de este paraje tan singular.

Para terminar, descenderemos con amplias y bellas vistas hacia el valle regado por el río Cabriel y pasaremos por las ruinas del gran caserío de las Casas del Cañizar de Arriba antes de terminar.

Se trata de un recorrido sin complicaciones técnicas y en líneas generales cómodo de caminar, ya que prácticamente en su totalidad, transcurre por pistas forestales y caminos amplios, exceptuando un corto sector en la primera parte del itinerario, donde el camino se pierde y caminamos sin dificultades junto a un discreto curso fluvial (Arroyo del Prado Rodeno). Otras zonas fuera de camino serán el corto acercamiento al espectacular balcón natural que nos ofrece el Peñarroya y el desvío hacia el grueso del paraje de las Corbeteras.

No encontramos ninguna fuente en el recorrido.

• El itinerario:

Carretera N-420 – El Cañizar – Arroyo del Prado Rodeno – Hoya Hermosa – Collado Escorial – Peñarroya – Arroyo El Reguero – Los Corveteros – Collado de los Arrieros – Casas de Arriba del Cañizar – Carretera N-420

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Iniciamos nuestra excursión desde un punto de la N-420 (ver acercamiento al punto de inicio), allí tenemos una explanada para estacionar nuestros vehículos.

Por el margen de la carretera en dirección a Boniches, la dejamos por la izquierda en unos 150mts/2′ para tomar un camino de tierra entre pinos y carrascas.

Después de dejar la carretera, tomamos este camino.

En 750mts/9′ desde que dejamos el asfalto, nos encontramos con una bifurcación de pistas, momento en el que optamos por la derecha.

Hemos atravesado la partida denominada El Cañizar y en otros 750mts/9′ más aproximadamente, llegamos a una confluencia de caminos. Aquí conectamos con la vía pecuaria del Cordel de la Cabeza del Serval, escogemos el camino del centro que vemos algo menos definido.

Este mismo camino sin dejarlo, se separa de esta histórica vía pecuaria y se une a otra, la del Cordel del Peñarroya a la Tasonera durante un corto trecho. No nos daremos cuenta de todo este cambio, ya que solo podremos comprobarlo si  consultamos un mapa topográfico de la zona.

A la vez que nos unimos a este último y desaparecido camino de la trashumancia, también perdemos el trazado del camino, pero basta seguir remontando junto al discreto arroyo del Prado Rodeno, que quizá nos puede presentar cara en épocas de lluvias al tener que cruzarlo.

Finalmente y atravesando la partida de Hoya Hermosa y después de unos 900mts/15′, nos topamos con una pista que seguimos por la derecha en suave ascenso, momento en el que dejamos el arroyo.

Sin sendero pero sin problemas de avance, seguimos la línea de un discreto curso fluvial.

En 500mts/7′ más, continuamos por la izquierda al unirnos a otra pista.

750mts/12′ después, la subida vuelve a encontrase con otra pista que seguimos por la izquierda.

Llama la atención la rojiza atalaya del Peñarroya

Bajo la ladera del pico de la Zorra, cruzamos el curso del arroyo del Prado Rodeno, para llegar después de unos 1’7km/22′ al collado Escorial, protegido por una muralla de rodeno.

El moderado pero continuo ascenso, nos sitúa en el collado Escorial

Basta seguir hacia la izquierda en el collado para ascender por pista hasta situarnos a la altura máxima del Peñarroya, dejando la pista para acercarnos hasta el fabuloso mirador natural que esta privilegiada atalaya nos ofrece hacia el valle por donde discurre el río Cabriel.

Dejamos el amplio camino para desviarnos hasta el punto más alto y asomarnos al valle desde el mirador natural que nos ofrece el Peñarroya

Vistas hacia el norte desde el Peñarroya

Descendemos de nuevo hasta el collado Escorial y ahora descendemos por la vertiente opuesta a la que hemos subido.

Aquí nace el barranco de El Reguero, optando hacia la izquierda en una bifurcación en su misma cabecera (150mts/2′ aprox.). La pista dibuja su trazado junto al cauce fluvial, topándonos más abajo con algunas curiosas formaciones de rodeno, estamos entrando en un curioso y llamativo entorno, el del paraje de las Corbeteras.

Encontramos algunas llamatívas formaciones, estamos en el área donde se esconden las Corbeteras

A escasos 100mts, después de la última formación de rodeno aislada, volvemos a tomar la izquierda en otra bifurcación de pistas.

Hasta el momento solo ha sido un aperitivo, observando algunas formaciones aisladas, pero más adelante, a unos 400mts/5′, dejaremos el camino por la derecha para ir en busca de una gran formación de rodeno que a primera vista no sorprende excesivamente, aunque podemos apreciar desde la distancia que despuntan algunas curiosas formaciones.

Nuevamente, dejamos la pista para desviarnos a un increíble lugar, el paraje de las Corbeteras adquiere aquí su máximo esplendor.

Solo era un primer contacto desde la distancia, pero al acercarnos, comenzamos a apreciar su verdadera dimensión y entramado de lujosas figuras.

Es todo museo de delicadas figuras talladas por la constancia de la naturaleza

El asombro va in crescendo conforme le damos la vuelta al gran bloque de rodeno. Un museo natural sorprendente y mágico se alza ante nosotros.

La parte trasera esconde el grueso de la sorpresa

Figuras imposibles, quedan a merced de nuestra curiosidad y fascinación

No podemos dejar de imaginar figuras, con un poco de imaginación….

Sorpresa tras sorpresa, las maquinas de fotos no paran de retratar estas maravillas.

Desde todas las posiciones, cualquier lado es bueno para retratar a estas esculturas.

Damos la vuelta completa al complejo, aprovechando para salir de él, una senda que atraviesa el estrecho pasaje entre peñas, para conectar de nuevo con la pista que habíamos dejado.

Embelesados y extasiados por la belleza del lugar, continuamos por la izquierda en la siguiente bifurcación que encontramos pronto, para emprender con satisfacción la última suave subida hasta el collado de los Arrieros, desde el que descendemos hacia el valle con magníficas vistas.

Descendemos desde el collado de los Arrieros hacia el valle

Amplias vistas hacia el valle por donde discurre el río Cabriel. En primer término las Casas de Arriba del Cañizar

Pasamos junto a las Casas de Arriba del Cañizar y dejándolas a la derecha, las dejamos atrás para conectar poco después con la carretera. Hacia la izquierda y en 450mts/5′, llegamos al lugar donde dejamos aparcado nuestro coche.

Llegamos a las Casas de Arriba del Cañizar

DATOS DE LA RUTA

• Fecha de la excursión: 11-1-2015
• Tipo de ruta: Ruta circular con ascensión
• Nivel de dificultad: Bajo
• Longitud: 14km
• Desnivel acumulado de subida: 434mts
• Desnivel acumulado de bajada: 434mts
• Tiempo en movimiento: 3h30′
• Tiempo Total: 4h10′

• POR VUESTRA SEGURIDAD ES MUY IMPORTANTE QUE LEÁIS ESTO

ACERCAMIENTO AL PUNTO DE INICIO
Con Google Maps, podéis ver la ubicación y calcular el acercamiento al punto de inicio de esta ruta excursionista en la Serranía Baja de Cuenca, que encontramos en un punto de la carretera N-420.

ANÉCDOTAS Y MOMENTOS DEL DÍA

Para nosotros no es habitual las salidas en domingo, al grueso del grupo les viene más bien complicado, no obstante a sabiendas que nuestro compañero de grupo Jose Guillem, iba a hacer otra escapada con el amigo Esteban Cuellar este domingo y rematar así otro doblete senderista de fin de semana, quise también «forzar» el doblete y apuntarme a una de sus exploraciones por esta desconocida Serranía Baja.

Finalmente acudimos 8, algunos del Club Ardillas y otros independientes, cada uno de un lado, algunos no nos conocíamos pero en la montaña reunimos pronto la afinidad que nos lleva a hacer kilometros y kilometros para disfrutar de lo que muchos no llegan a comprender.

                                La jornada resumida